Negras tormentas agitan los aires, nubes oscuras nos impiden ver. Aunque nos espere el dolor y la muerte, contra el enemigo nos llama el deber. El bien más preciado es la libertad, hay que defenderla con fe y valor. Alza la bandera revolucionaria, que del triunfo sin cesar nos lleva en pos. En pie el pueblo obrero, a la batalla, hay que derrocar a la reacción.